A principios de año, el sucesor del BMW Z4, que finalmente saldrá a la venta como BMW Z5, completó sus primeras pruebas de conducción en Arjeplog, Suecia. Desde entonces, como muy tarde, ha quedado claro que el deportivo conjunto de BMW y Toyota va camino de la producción en serie y que se fabricará a pesar de la más bien manejable demanda de roadsters en todo el mundo.
Los primeros clientes podrían sentarse al volante del nuevo BMW Z4 dentro de unos dos años, ya que, según informa el Kleine Zeitung de Austria, la producción comenzará en 2018, y no en una de las numerosas plantas de BMW o Toyota, sino en el fabricante contratado Magna Steyr, en Graz. El Grupo BMW mantiene una estrecha relación con Magna desde hace muchos años; además de la primera generación del X3, los modelos MINI Countryman y Paceman también se fabrican en Graz. En el futuro, algunos ejemplares del BMW Serie 5 G30 también saldrán de la línea de producción de Magna.
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Si la información del Kleine Zeitung es correcta, otro modelo de Múnich, el nuevo BMW Z4, se fabricará en Graz a partir de 2018. Un poco más tarde, otro pedido de Magna comenzará con el sucesor del Toyota GT86, técnicamente muy relacionado. El deportivo, posiblemente comercializado como Toyota Supra, sólo estará disponible como coupé, a diferencia del sucesor del Z4, pero aparte de la diferente forma de la carrocería, se dice que la alianza bávaro-japonesa garantiza numerosas similitudes.
La puesta a punto del chasis y de la dirección está totalmente en manos de BMW, ya que, desde el punto de vista de Toyota, el éxito de la empresa muniquesa se basa sobre todo en la emocionalidad y el placer de conducción, ámbitos en los que los japoneses tienen sin duda que ponerse al día. Mientras que BMW quiere beneficiarse de los conocimientos técnicos de Toyota en materia de pila de combustible, su socio del Extremo Oriente, mucho más grande en términos de unidades, espera sobre todo vehículos más divertidos.
Con su largo capó, voladizos cortos, distribución equilibrada del peso típica de BMW y, por supuesto, tracción trasera, el sucesor del BMW Z4 y el Toyota GT86 ya está bien equipado para ofrecer mucha diversión al volante. Tal y como están las cosas, ambos fabricantes utilizarán sus propios motores bajo el capó, por lo que es probable que la versión alemana del deportivo cuente con motores de cuatro cilindros y al menos uno de seis cilindros en línea.